Por qué todo todo hombre debe tener en su ropero un traje a la medida

Alguna vez se ha preguntado, ¿qué tiene de especial el hacer un traje a la medida?  Acá le damos algunas razones para que la próxima vez que necesite un traje, sin duda lo haga sobremedidas.

Hay  muchos hombres que prefieren la “practicidad” de comprar trajes de gancho, de esos que hacen en serie,  que son una talla estándar,  y que  después de comprado tienen que hacerles varias alteraciones para poderlo usar. 

El hombre que toma la decisión de hacer un traje a la medida tiene el poder de escoger cómo se quiere ver,  es un hombre seguro, que sabe qué le gusta y cómo lo quiere llevar, y que le imprime a su traje todas las características que hacen esa prenda, algo único e irrepetible,  una segunda piel.

Es por esto que cada elemento, cada decisión,  es importante.  

Empecemos por el tejido o paño: a diferencia de un vestido de talla donde ya todo está escogido y determinado.  El hacerlo a la medida le dará la opción de escoger el color y patrón que más le guste o más le convenga.  Al escoger entre varias opciones usted sentirá las diferentes texturas y  toques,  se deleitará con los colores.  Es importante tener claro qué tipo de tela se está escogiendo, el título y la procedencia.

Otra razón es el confort y armonía que tiene el traje con su cuerpo. Al hacerlo a la medida se registraran sus medidas, su conformación antropométrica, y sus gustos,  y bajo estas se hará su traje.

 Una talla siempre necesitara ajustes en partes como la manga, los hombros, el largo, entre otros.

A veces nos dejamos deslumbrar por marcas internacionales, pero sin tener en cuenta que estas marcas hacen trajes para otras conformaciones antropométricas, diferentes al colombiano.   La mayoría son americanas o europeas donde los hombres son más altos y corpulentos, así que se deben de llevar ajustes que alteran demasiado la prenda, y a veces los resultados no son los esperados.

Al personalizarlo usted le dará esos toques que para su gusto son necesarios: un botón, un ojal o una simple costura de realce hace de un traje algo especial, los pequeños detalles hacen una gran diferencia.